LAS JOYAS, UN RETAZO DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD

LAS JOYAS, UN RETAZO DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD

La historia nos ha dado personajes que han mostrado un gusto especial por las joyas. Desde royals, actrices, hasta cantantes y escritores, entre otros… Algunas de estas celebridades han dejado una huella de extravagancia en el tiempo de lo más fascinante. 

 

En primer lugar, no podría ser otra: Maria Antonieta. Pasó a la historia por ser la Reina de Francia, entre otras cosas. Pero en nuestro mundo actual podríamos atribuirle el título de ser también la primera influencer de la modernidad. A pesar de ser juzgada y criticada, todo lo que vestía acababa poniéndose de moda en la corte francesa. Las joyas eran un imprescindible en sus looks. Sin embargo, la pieza de joyería que más se asoció a ella, en realidad, nunca fue suya. Esa joya era un fastuoso collar de más de 600 diamantes que Luis XVI encargó para su amante y no para ella. Una extravagancia más que sumar a la poca simpatía que los franceses procesaban hacia Maria Antonieta. Puede que para ellos fuera una reina nefasta, pero es innegable que fue un icono de estilo. Murió en la guillotina en manos de la revolución dejándonos una última tendencia, el “revolucionario” vestido camisero.

 

La extravagancia y la opulencia no se la han inventado los raperos como Drake o Travis Scott. La realeza ya eran expertos en esto mucho antes, si no que se lo digan al Zar Alejandro III. Sin él los Fabergé Imperial Eggs no existirían. La tradición rusa ortodoxa dicta que durante la Pascua se intercambian huevos decorados. El Zar quiso ir más allá y encargó al joyero Peter C. Fabergé un huevo especial para regalar a su esposa. La belleza de esté enamoró a la Zarina y desde entonces el Zar le regaló cada año un huevo distinto, todos creados por Fabergé. Cuando el Zar murió, su hijo, Nicolás II continuó con la tradición. Él le regaló cada año un huevo nuevo a su esposa y a su madre. Hoy estas piezas de joyería tienen un valor incalculable. 

Pero para hablar de verdadero amor se debe tener en cuenta a Elizabeth Taylor y a sus joyas. La estrella de Hollywood llegó a tener una gran colección de piezas de alta joyería. Además del valor económico a algunas de las piezas de su joyero se les sumaba el valor histórico. De entre ellas destaca el diamante Taj Mahal, del cual se dice que se remonta al siglo XVI y perteneció al emperador Shah Jahan el mismo que mandó a construir el Taj Mahal para su esposa. En está lista también se encuentra la mítica “Perla Peregrina” que pasó de la corona española a Napoleón Bonaparte y finalmente Richard Burton se la regaló a la actriz. La pasión por sus joyas fue tal que llegó a escribir un libro sobre todas ellas “My jewelry love affair”.

 

Acercándonos a figuras más contemporáneas debemos incluir a la Princesa Diana. Si algo ha llegado hasta nuestros días es su estilo, la que fue Princesa de Gales tenía un gusto especial por la moda y las joyas. Si hay dos joyas con las que se identifica a la princesa son sus collares de perlas y su famoso anillo de compromiso. El Anillo Lady Di cuenta con un enorme zafiro oval en el centro rodeado de diamantes, el cual a día de hoy sigue siendo objeto de deseo de muchas mujeres. 

 

Evidentemente estas personas no han pasado a la historia simplemente por las joyas que llevaban. Sin embargo, las joyas han ayudado a formar la imagen que hoy tenemos de ellas y de alguna manera nos ayudan a identificarlas. 

Es curioso como antes el maximalismo marcaba la norma, se hacía alarde del poder adquisitivo a través de la joyería. Afortunadamente, esta conducta aunque aun persiste ya no está tan presente como antes. En matterica creamos joyas a las que otorgarle un valor emocional único. Joyas hechas artesanalmente con materiales nobles para que las personas las hagan suyas. Objetos que llevan grabada una historia, atesoran un valor que trasciende en el tiempo. 

 

Imagen ⎯ © Marie-Antoinette 2006 Sofia Coppola